LOS EVANGELISTAS: Homenaje A Enrique Morente (El Ejército Rojo/Sony 2012)

6926811329_ea73098a0b_zPrevenido (avisado, más bien) sobre lo que me esperaba, se me venían a la cabeza varias posibilidades inquietantes, unas más desasosegadoras que otras. ¿Habrán versioneado a Morente, cantando “jondamente”? ¿Será un Omega 2? ¿Se habrán convertido finalmente al “arte” y dejado esas gilipolleces del rock?

Cualquiera que conozca mínimamente a cualquiera de los que componen estos “evangelistas” sabría que ninguna de las tres posibilidades podía ser cierta. ¿Entonces? Pues un año después de la triste muerte de uno de los dos mejores (si no el mejor) cantaores flamencos de todos los tiempos y sin duda del más arriesgado e innovador de todos, algunos de sus más fervientes discípulos se empeñan en darlo a conocer a los muchachos del rock. O si me apuras, tratan de acercar éste a los otros flamencos. Si han conseguido alguno de los dos objetivos o no, pronto es para afirmarlo o para negarlo (baste recordar que Omega ha tardado diez años en ser mínimamente asimilado). Con esto, no estamos ni ante la continuación del reptiliano Omega ni ante otra incursión (tres sería trilogía) de los últimos trabajos de los planetarios. Por más que puedan encontrarse similitudes en ambas direcciones.

Esta celebración de la música de Morente (porque de eso se trataba y se trata) recrea una parte del vasto legado del cantaor, tal vez no el más cercano a los planteamientos habituales de las otra bandas del cuarteto, sí el que más los inquieta. Así, pasean líricamente por el Homenaje, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León, de la mano de al-Mu’tamid o de Manuel Machado. También letras de cantes antiguos o añejas “improvisaciones” del propio maestro. Se mezclan las voces de Antonio Arias y Jota con las de Soleá Morente o Carmen Linares. Se mezcla la distorsión y el “ruido” de los Planetas con el rock directo de Lagartija Nick (y a todo el sonido lo pone en su sitio un Eric acertadísimo y más tranquilo de lo habitual y un inspirado Florent). Produce además Martin “Youth” Glover que consigue (y era ardua la tarea) “abrir” el sonido hasta límites insospechados. Se liga todo, Granada y el punk, el flamenco y el rock, lo “hondo” y lo inmediato, lo catedralicio y lo terrenal, la melodía y lo oscuro. Por eso es una celebración, por eso es solemne a la vez que divertido. Por eso es un disco fantástico que te mantiene los pelos pa colgar sombreros a lo largo de todas sus canciones. E insisto, no sé si conseguirá acercar esos dos mundos tantas veces tan distantes (no lo terminó de lograr el en eso incomprendido Enrique Morente…) y si lo hace, quizá tengan que pasar otros diez años, pero francamente me basta con que hoy me Emocionen. Debería ser más que suficiente para cualquiera, creo yo.