LAS NOVIAS, 16 de abril de 2016, Sala Changó, Madrid
Llegó el día. Dieciséis de abril. Madrid. Las Novias actúan y grabarán un DVD (su primera grabación en directo, su primer DVD, chispas). Lo ha preparado todo Melodías de Sombras. Sala Cats. No. Sala Changó, lluvia en la calle, sábado por la tarde. Sed puntuales. Sed puntuales. Sed puntuales.
20:00. Largas colas en la entrada. El que será respetable en breve, se refugia de la lluvia. El bar de enfrente de la sala, lleno. Largos se hacen los minutos. Largo tiempo esperando. ¿Serán puntuales? Seguro que SON puntuales.
20:35. Niebla en el escenario. La gente, grita. La gente, espera. La gente, habla. Y compran camisetas. También algunos discos. Sigo esperando que reediten Ego o que lo encuentre en algún lado de segunda mano a un precio razonable. Eso me pasa por fiarme de los mexicanos.
20:45. Aún nada. Pero espera. Sí, ya salen. Pedro García a nuestra izquierda, Oskar Díez a la derecha, Germán Arenaz lógicamente atrás y Toño Leza al frente. El reparto habitual en las posiciones habituales. Primeros acordes, primeros gritos. Robar el Cielo.
Medios tiempos para empezar. Sueños En Blanco y Negro, un disco que ha envejecido fenomenal, cosa rara en los hijos de los noventa. La sala está muy bien, el sonido también. Luces abundantes y mucho mucho humo/niebla. Bastante bien de público además. Todo empieza a anticipar uno de esos días a los que los maños nos han acostumbrado en los últimos casi treinta años, un concierto perfecto. No hay porque dudar y dudar y dudar de que hoy no sea como casi siempre. Paciencia.
El guitarreo rozando el hard rock de Todo/Nada Sigue Igual. Rozándolo o dándole un puñetazo en el estómago. Algo así. Cierra tus ojos, dime qué ves. Veo con las retinas de los oídos que la banda suena como siempre, empastadísima. Cruda hoy, sin los arreglos de los teclados de las últimas ocasiones, directa, perfecta. Contundente cuando tiene que serlo y cristalina y delicada cuando toca. Un grupo, que tres décadas después continua Invicto.
Pega bien el aire a The Cult (sobre todo en el inicio) con el tema anterior. El público piensa lo mismo que yo. O eso dicen sus cuerpos y brazos alzados; sus gargantas también. El concierto va transcurriendo poco a poco. Sin bajones de momento (no se esperan luego tampoco). No respires; no comentes nada a nadie, pero esto tiene muy buena pinta. El cuarteto se mueve por el escenario dando todo lo que tienen. Un poco menos desfasados que otras veces, imagino que el saberse grabado influye en ese querer medirlo más todo. Más que nada por lo que se pueda Dejar Atrás.
Lenta y oscura, se desarrolla esta “balada” épica también de su primer disco. Aunque luego se acelere, no por ello suena menos íntima. Transparentes los sonidos de la guitarra, va cosiendo poco a poco un tejido de sentimiento. Recuerdos vanos, sin interés, de un futuro que aún está por ver. Un futuro que se cumple para algunos esta noche, para la mayoría, tengo la sensación. O eso gritan a mi alrededor Siete Lenguas.
Primera incursión en Ego. Uno de esos temas que se dedican a crear imágenes que en este caso quiero creer casi medievales. Como una historia de castillos y caballeros. Una historia en la que sólo quiero que ahora alumbre la calma. Hasta que me haga dueño de esta tormenta. Se hacen dueños rápidamente, domando bajos y baquetas enloquecidas, controlando riffs guitarreros y, sobre todo, con el dominio absoluto del desgarro en la garganta de Toño que ora chilla, ora silba en el inicio de Dulce Decisión.
Un tema diferente en la discografía de Las Novias, muy de la época en la que se gestó. Muy de esos noventa que tanto daño hicieron, aunque no por la zona de la ribera del Ebro. Seguimos con los medios tiempos, hasta ahora mayoritarios en el setlist. Se sigue notando la responsabilidad y su peso sobre el escenario, sigue todo perfectamente medido. Confío en ver la realidad sin tener que abrir los ojos. Pero no quiero cerrarlos, no quiero perderme nada. Y menos cuando toca dar la bienvenida al Rey del Frío.
Otro tema de Ego. Otro tema no demasiado cañero, aunque aquí el estribillo sí dé más juego. El público parece entenderlo así y reacciona en consecuencia. De cada minuto conservé el instante más fecundo. Y de estos cinco y pico me quedo con todo el mundo berreando lo del instante. Con eso y con la sensación de que esto no ha hecho más que comenzar. Termina calentando al rey del frío, casi anticipando unas Calendas de un Fugaz Invierno.
Ahora ya sí que está todo bastante caldeadito. O al menos esa es la sensación que tengo yo. Parece que poco a poco han ido sacudiéndose la “presión” y todo va más fluido. Imposible otro lugar. Imposible un día después. Aquí es dónde quiero estar. Aquí, exactamente aquí. Ni un metro más allá. Aunque nos tape el sol La Sombra del Mar.
Una de mis favoritas de Todo/Nada Sigue Igual. Suena además estupendamente. Enérgica y brutal. Con ese riff tan “heavy” y que a mi recuerda a los Christian Death de Valor, no sé por qué. El horizonte espera la señal. No tengo demasiada idea de cuál será esa señal, pero espero que si no es muy evidente, se me presente el argumento Subtitulado.
Es un corte absolutamente redondo y perfecto. Una de las mejores canciones, a mi juicio, de toda su discografía. Letra y música a una altura inspiradísima. Potente, oscura, intensa, ponga usted aquí el adjetivo que desee. Y todo pasa tan deprisa, Subtitulando lo que piensas. No es necesario en este caso, ya os lo cuento yo. Lo que pienso digo. Que es uno de los temas que no podían en ningún caso faltar en el concierto. Y no faltó, claro. Como no faltó tampoco del mismo disco, la homónima Ego.
Otro tema increíble. Otra ocasión para gritar, cantar hasta quedar afónicos. Otro corte épico, tremebundo, El oráculo me ha condenado a vagar sin rumbo fijo, pues tendremos que amenizar dicho rumbo con canciones como estas. Estamos ya más o menos en el ecuador del bolo, llevamos aproximadamente la mitad de las canciones. Podríamos ir haciendo balance pero prefiero seguir disfrutando sin más. Que quedan “hits” como Hypnos.
Un tema que es todo un aviso a navegantes. A tanto recién llegado, a tanto advenedizo. Solamente quiero recordarte que antes de que esto fuera así, el camino estaba andado ya por mí. Por si no estaba claro. Otra más de las que se gritan, de las que cantan las casi cuatrocientas personas que allí se encontraban. Con su final apoteósico y todo. Preparando el camino para La Bóveda Hundida de las Retinas.
Continuamos con Invicto. Continuamos con un corte de esos que empiezan tranquilos y oscuros y terminan desatados, en la más pura tradición gothicrockera… Te hundes en mis retinas, cuando endulzas mis labios. Y de nuevo vuelta a empezar. Todo el mundo está ya absolutamente entregado a la causa. Y se nota. Claro que se nota. Espero que se note también en la grabación. La ocasión lo merece. Bokeh también.
También del mismo disco, repite Toño al silbido. Le va perfecto al inicio de la canción. La misteriosa letra desenfoca imágenes, la combinación de instrumentos con la voz da la nitidez necesaria. La proyección del esplendor extingue el sueño del mortal. Nada menos. Entre canciones se van repitiendo peculiares intros, habituales en el concepto aunque van cambiando el contenido, claro. Manteniendo una cierta Inercia.
No podía faltar tampoco. Pegadiza. Potente el estribillo, pero es de esas que son casi casi un estribillo continuo. Me ahogo desnudo en los sucios charcos y floto solo en la profundidad. No cabe ya duda alguna de que estamos ante una, otra, noche mágica. Pese a la relativa frialdad inicial, pese a los temores de que la gente respondiera en menor medida de la merecida. Las Novias son verdad. La Verdad de los Locos.
Ya apetecía volver a aquel Sueños en Blanco y Negro que nos arrastró a tantos al Siempre Novias. Algunas de las razones fueron estos poemas quemados, restos de alcohol, delirios consagrados al corazón, espejos trucados dan imágenes en distorsión que juran tranquilidad pero queda tiempo para negar. Constatando la consistencia de un cuarteto que no ha dado nunca puntada sin hilo; la seguridad desde el primer disco de que estábamos ante algo enorme, que perduraría en el tiempo. Y que en el futuro enviarían Postales Envenenadas.
La versión en disco del tema lleva un montón de arreglos de teclado que se pierden en la crudeza de un directo como la del otro día pero se compensan con la garra de la banda, desatada. Y aunque Zaragotha no tenga costa, en esta canción se permiten ir Trazando el rumbo hasta que nos devore el mar. Un rumbo que lleva a la jaula de otro de los singles de invicto, El León Enjaulado.
Somos conscientes de que cada vez queda menos para terminar. Unas veinte canciones están previstas y van dieciocho. Si por nosotros fuera quedarían treinta y algo me dice que si dependiera solamente de la banda, también. Entre paso y paso cabe una eternidad, pero sea cual sea la duración del bolo, nos va a parecer corto. Cuestiones de intensidad imagino. Imagino Imagínate el Aire.
Cierre perfecto para la parte “regular” (valga el americanismo) de la actuación, luego habrá bises. Una de las primeras piezas que nos enamoraron allá por 1992. No en vano abría un disco estupendo, de los que tocan muy dentro, especialmente si el espejo del alma es tu oscuridad. Hoy suena tan moderna como entonces, ya dije al principio que los temas de estos maños habían sabido envejecer perfectamente. La gente se vuelve loca pidiendo más temas y Toño amenaza: “Vosotros lo habéis querido”. Promesas
De amor y muerte. Como tienen que ser las promesas. Al fin y al cabo, Lo que ahora nos deshace, sabes bien que puede atarnos. Algo que me ha sucedido a mí con este disco. No me gustó demasiado en su momento (esperaba más Sueños) pero el tiempo me ha ido convenciendo y atando en su espiral de rock bien hecho. El tiempo hizo que incluso con estas canciones sintiera como sienten ellos, El Sol Dentro de Ti.
Una de las, seguramente, más románticas canciones que han escrito nunca: Suavemente aplastas con tus pies, las hojas del bosque, dices, para hacer, más perfecto el círculo del mundo. Y sonríes como la primera vez. Maravilloso. Como maravillosa está siendo la noche. Dos horas van de estupendo espectáculo. Y eso que resta aún Cerca de Ti.
Colofón a la magia que antes citaba. Llevaban bastante tiempo sin tocarla en directo, imagino que se hartarían a hacerlo en los primeros años, pero en semejante evento creo que no podía, no debía, faltar. Brillante la interpretación. ¿Sabes que hay mundos de sueño cerca de aquí? Sí. Y esos mundos oníricos llevan banda sonora de Las Novias.
23:00. Han pasado más de dos horas y ya está todo finiquitado. El grupo recoge, la gente va saliendo y yo mismo tengo que salir prácticamente corriendo. Me pierdo saludos, conversaciones, fiestas postconcierto… una lástima, una jodida lástima. Por fortuna todo ha quedado registrado. Y eso me dará la oportunidad de refrescar recuerdos una y otra vez. Aunque haya quedado todo también grabado ya en mi cabeza.
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Fotografías: www.jfcfotografia.es para laletracapital
