LAGARTIJA NICK + RATIO, 01 de julio de 2008, El Sol, Madrid
Estaba previsto que la noche del 1 de julio fuera una fiesta y ya desde el primer momento se podía percibir esa sensación tanto en el ambiente como en todo lo demás. No es que El Sol estuviera lleno a rebosar pero sí que presentaba buen aspecto, sin agobios pero con bastante gente con pinta de estar allí para disfrutar, que al fin y al cabo era lo importante. Con esas salieron Ratio a escena y el público respondió razonablemente bien. Sonaron correctos, especialmente en lo instrumental y aunque la voz tuvo algunos problemas (una constante toda la noche), las ganas de agradar y de demostrar dónde están les ayudaron a superar cualquier contratiempo. Mezclaron como siempre guitarras aceradas y electrónica (de la que está lejos, muy lejos, del chunda-chunda más comercial) y las mezclaron bien consiguiendo si no la rendición total del respetable, sí una acogida relativamente cálida, que ya es mucho dadas las circunstancias (es difícil el papel de “telonero”, abrir un concierto cuando la mayor parte de la gente que te observa está esperando al grupo que realmente han ido a ver, es muy complicado y pocas veces el resultado es bueno). En definitiva, creo que no defraudaron a los que les conocíamos y que gustaron a los que no los habían escuchado nunca.
Se acercaba el clímax de la fiesta, el concierto-fiesta-presentación-recreación de la reedición del Inercia, el mítico segundo disco de Lagartija Nick. Eran grandes las expectativas, pocos de los presentes habían visto a la banda en el 92 y la misma estructura que iba a tener el concierto era ya atractiva en sí misma. Salieron enseguida Lorena Enjuto, Víctor Lapido, Erik Jiménez y Antonio Arias (es decir la formación actual sin Varelux ni por tanto teclados, para el Inercia no hacía falta). Empiezan a desgranarse los temas, Nuevo Harlem, Algo Sucio Algo Eléctrico, Porno-Stereo, Rock’n’roll Zine, Cara B, Solo Amnesia, Mi Chofer Sicodélico (en versión 92, la del segundo CD de la reedición), Hipnosis… encadenadas, aceleradas, cada uno vuelve a la primera vez que las escuchó, fuera cuando fuera, o al menos eso creo. Mi Chofer Sicodélico, genial la versión, otra luz desde luego. Las demás tal y como las recordaba, es decir, una barbaridad.
Primer parón. Lorena y Víctor se quedan dentro, Antonio toma el bajo y presenta a Juan Codorniú y a M.A.R. Pareja, los artífices de las guitarras originales, han pasado los años sí, para todos, claro, pero toda la esencia sigue ahí, en cada rasgueo, en cada acorde. Los fotógrafos más profesionales recorren el escenario con sus flashes, se desplazan por la primera fila sin dejar de disparar, como el grupo no deja de disparar sensaciones: Esa Extraña Inercia, Transfiguración, Tan Raro, Tan Extraño, Tan Difícil, Ahora, Satélite, Eclipse… sorpresas del Hipnosis, Tan Raro y Ahora, revisitadas, actualizadas, como siempre, como nunca. La voz suena bajo y un poco embarullada en las letras, el público se las sabe, importa poco, la culpa es del poco tiempo de prueba de sonido, dilaciones… Problemas con la guitarra de M.A.R. Pareja, Erik sigue tocando, que grande, enorme. Así no se enfría. Se suceden los momentos especiales, las descargas, la adrenalina escupida y recogida por los asistentes.
Segundo parón, suben de nuevo Víctor y Lorena, se aproxima el fin de fiesta o eso parece. Tres guitarras y un bajo (Antonio sólo al micro), No Lo Puedes Ver, impresionante demostración, tremenda. Eva Amaral es presentada, ahora sí se acerca el final, o el principio. Universal, todo gira, dentro y fuera, todo gira. Eva humilde, no va de superestrella, se desgañita. Como BMW se entiende mal, pero se grita igual. Apoteosis. Y el final o el principio de nuevo, ya no lo sé. Poco importa.