LAGARTIJA NICK + NUDOZURDO, 16 de abril de 2009, Sala Heineken, Madrid

Nudozurdo: denso

El hijo de DiosIntensidadNoche, tarde noche, francamente desagradable en Madrid. Frío, viento y lluvia; frío, viento, lluvia y Metro, mala combinación. Expectativas enormes, presentación en los madriles de “Larga Duración” (lo último de los granadinos Lagartija Nick) y además acompañados por Nudozurdo que, estudiados en disco, se me antojan una de las mejores “nuevas” bandas del panorama, o una de las más prometedoras. Sala Heineken, que me cuesta a pesar del tiempo transcurrido imaginar sin estanterías llenas de discos y de cassettes y un cartel de Discoplay en la puerta (nota para jóvenes: los cassettes eran unos objetos de plástico con cinta magnética dentro que podían ser grabados una y otra vez -si protegías las pestañas superiores- en unos artilugios francamente feos y con tendencia al paralepípedo y que constituían la única alternativa al disco de vinilo y la única posibilidad de conservar la música compartida entre amiguetes hasta bien mediados los 90 del pasado siglo). Calle Princesa junto a la Plaza de los Cubos, recuerdos a tutiplén mientras espero que abran las puertas. Conversación con amigos y conocidos y se apagan las luces y suena la música.

AmbientesFlotarY era el momento de Nudozurdo. Y era que, según ellos mismos decían, no están acostumbrados (aún) a las salas medias o grandes, se desenvuelven con más soltura en espacios más cortos. Y era que la gente tenía muchas ganas de escucharles, o a mí me lo pareció. Y fue que toda esa gente no quedó decepcionada. A mí me habían gustado más en disco que lo que pude apreciar en su directo. En estudio me había parecido densos, atmosféricos aún sin teclados, lluviosos, cercanos a los Cure cuando eran los Cure y hacían Disintegration. La voz de Leo, sin convencerme demasiado, me había parecido correcta, lánguida pero ajustada a los largos desarrollos instrumentales que indudablemente dominan, pero en directo… la densidad se tornó a veces en una monotonía a la que no ayudaban en nada ni el tempo ni el tiempo de las canciones: se me hizo largo, muy largo el concierto. No me quiero cebar, no me parecieron un mal grupo en absoluto pero me dio la sensación de que su propuesta está más cerca de la escucha tranquila en casa o del concierto cercano en club pequeñito que de lo que se le supone a un “gran concierto”. O a lo que yo espero ya que, repito, me dio la sensación de que la sala si respondió, a ellos si les llegaron.

Fuerzas borrosasRiesgo. Tras una breve intro con “aspecto” de banda sonora toman el escenario Lagartija Nick. Problemas con la guitarra de Víctor se subsanan cambiando la misma. Empiezan a repasar a toda velocidad su último trabajo, de ahí el riesgo. El disco ha salido a la venta hace unas semanas y los evidentes (y justificados) nervios del grupo se mezclan con la frialdad del público. Tocan de seguido prácticamente todo el “Larga Duración”, solo se dejan “En mi nombre”, gran tema, terminará entrando en el repertorio, si no, al tiempo. Se nota que los temas nuevos están pensados y compuestos (o compuestos pensando) para ser interpretados en directo. Aunque con falta de rodaje (lógica), se aprecia en seguida que son diez cañonazos. Se conjuntan a la perfección con el ramillete de habituales y suenan muy muy bien. Para mi gusto destacaron “Cuerpo y mente”, “De par en par” y “Sol”, aunque no descartaría ninguna otra.

Al contacto con la oscuridadEn nuestro BangladeshLa segunda parte del recital se parece más a lo usual en los últimos tiempos: hincapié lógico y natural en “El Shock De Leia” con “Pasajeros en tránsito”, “20 versiones”, “Carmen celeste”, “Anoche soñé demasiado”, “El signo de los tiempos”… y “Estratosfera”, “Lo imprevisto” –increíble final-, “Esa extraña Inercia”, “No lo puedes ver” y “Nuevo Harlem” –no sé si me dejo alguna- del resto de su trayectoria. Canciones que se echan de menos (siempre) haylas pero las escogidas ya no dejan indiferente a nadie. El público se entrega mucho más, corean cada letra, saltan… quizá hubiera sido mejor intercalar las nuevas entre los clásicos o tal vez no, tal vez de ese modo habría habido altibajos que de esta forma se soslayan. En fin tras una primera parte que es el futuro de la gira, supongo que en próximos conciertos se irán entremezclando (ya sucedió con “El Shock de Leia”, recuerdo aquellos primeros conciertos donde lo tocaban tal cual, casi entero) según el disco vaya cogiendo recorrido y el grupo puliendo el setlist.

Tan invisible como transparenteAsesinado por el cieloBises. Sorpresas. Sobre tu violencia, sobre tu forma de ser, se han escrito tantas letras como ésta que ahora empieza, termina a la vez que los ecos de tu ausencia… dispara “Vuelta de paseo”. Se electrifica el ambiente, se erizan los pelos, tremebunda letra lorquiana, portentosa interpretación repleta de fuerza y alma… preludia el final. “Hipnosis”, oscurísima, tremenda, impresionante. Los parches de Eric echan humo, Lorena y Antonio se miran alucinados, cuesta seguirle… lo consiguen a duras penas y sin que se rompa nada, que tiene mérito. No hay tiempo para más. El grupo se despide con una sonrisa y sudor, mucho sudor.

Dame GibsonConclusión. Todo está cumplido por esta noche, todo está dicho, poco queda que añadir. Queda alguna cerveza y un poco de conversación, alguna presentación y cambios de impresiones. Quedan nuevos conocimientos, por fortuna siempre quedan de estos, bendita ignorancia infinita la mía: lo de Antonio hacia la mitad del concierto es un bajo sexto o un bajo barítono, la Les Paul de Víctor suena más “redonda”, Eric no es un batería muy bueno, no es de aquí, es un ser de más allá de las estrellas, sobrenatural. En realidad… queda la seguridad cierta de que si sumas intención, actitud, grandes composiciones y un sonido por lo menos decente (la sala permitió que todo sonara bastante bien, bastante mejor que otras veces, o al menos eso dicen), obtienes un espectáculo impresionante, algo memorable. Queda, por tanto, un concierto (de nuevo, otra vez, van muchas ya, no será la última) excepcional y queda el agradecimiento eterno a todo aquel que lo ha hecho posible, a su generosidad enorme, cada vez y esta también…

No lo puedes ver, venExtraña Inercia