LAGARTIJA NICK + MI ANIMAL, 07 de febrero de 2008, Gruta 77, Madrid

Una oportunidad más de disfrutar en Madrid de la que probablemente sea una de las mejores y más interesantes propuestas de rock puro más o menos duro: Lagartija Nick. Y sí, sé que ya hemos hablado de ellos más veces, que varios conciertos en 2007 han llenado de letras esta web y que además, siendo todos ellos de la misma gira, habrá quien piense si se puede aún aportar algo a lo ya dicho. Uno de los escasos compromisos previos adquiridos por laletracapital en su día (por descontado todavía están vigentes) fue hablar e intentar transmitir la pasión que en nosotros despertara cualquier tipo de expresión artística que nos estremeciese. Lagartija Nick sin duda lo hacen.

 

Abrieron el evento los madrileños Mi Animal. Es complicado valorar a un grupo cuando actúa como telonero. Es difícil porque ni suelen estar ante su público, ni sonido ni escenario está preparado para su propuesta ni en ocasiones tienen siquiera que ver estilísticamente con el «grupo principal». En este caso, a pesar de que no sonaron mal y de que se mueven en un rock cercano al de los granadinos, no terminaron de convencerme (aunque debo reconocer que tienen una propuesta interesante, sobre todo en lo musical, con esas guitarras capaces de erigir muros de sonido y esas bases rítmicas intachables). Las voces me parecieron a un nivel inferior y las cuidadas letras no llegaban a percibirse del todo bien, tal vez el sonido de la sala no les ayudó y los relativamente frecuentes problemas técnicos que sufrieron posiblemente tampoco. Cualquiera se habría arredrado ante esa situación pero ellos no lo hicieron y eso evidentemente cuenta en su haber. Un grupo con futuro incierto (siempre lo es y más si estás al principio de tu carrera, de cualquier carrera) que esperamos que tengan la fortuna que le corresponde.

 

Cerca de las doce de la noche Lagartija Nick salieron a enfrentarse a un Gruta repleto de gente, sin agobios pero sin resquicios. Esperaba Estratosfera pero decidieron arrancar con un Algo Sucio, Algo Eléctrico que fue tan sucio y tan eléctrico como el tema merece: puso el listón altísimo. No decayó sin embargo y fue desarrollándose a toda velocidad el repaso habitual a la trayectoria de los de Granada en toda esta gira: especial atención a Inercia, algo del Su, algo de Lo Imprevisto, unas gotas de Hipnosis y de Val Del Omar, El Shock De Leia casi completo… y nada de Ulterior ni de Lagartijanick (las Ondas de Fluencia no fluyeron en esta ocasión).

 

Gibson suena y se desgarra como nunca, los parches atronan como deben, efectos y teclados en su sitio, cada pieza encaja. La propia Estratosfera (se puede ser atmosférico sin tocar despacio), Contar Lo Que No Puedo Contar (algún día todos sabremos), Fahrenheit 451 (el fuego desde arriba), Lo Imprevisto (que no inesperado), Satélite (puercoespines jóvenes y viejos dejándose los párpados), Nuevo Harlem (si necesitas crack), Esa Extraña Inercia (conocida), Énfasis (tensión, mucha tensión, belleza y víscera a partes iguales o quizá son lo mismo), Carmen Celeste (de autor), Resplandor (si los ojos vieran…), Cosmos, 2010, 20 Versiones (o 21 si contamos la del dictador), La Curva De Las Cosas (espiral), El Signo De Los Tiempos, Anoche Soñé Demasiado (pero lo recuerdo casi todo), Pasajeros en Tránsito (ciclos, árboles y metro; andenes subterráneos, vida, muerte…), como siempre y como nunca. La intimidad, la energía, el alma; canciones y sentimientos; palabras y sensaciones; ideas y corazón. A ras del suelo. Adrenalina…

 

Y claro, las sorpresas. Además del pedazo de tema que abrió el recital, Tu Violencia (mucho más que violencia), Cara B (está en el guetto, ¿no?) y Rock And Roll Zine. Tremendas. Todo se desarrolla más según lo esperado que según lo previsto. Me faltan además de las Ondas, Solo Amnesia y No Lo Puedes Ver. El público, frío en términos generales, sorprendentemente ausente en algunos momentos, se implica en cada nota, en cada descarga. Todo fluye a pesar de las ausencias, todo llega en su momento, todo respira un mismo espíritu. Termodinámica en estado puro. Calor y entropía, energía libre apareciendo y transformándose. Leyes hechas para ser rotas y rehechas de nuevo. Canciones creadas para ser interpretadas y reinterpretadas cara a cara, sin artificios, sin mezclas ni ecualizadores, sin aditivos, ni conservantes ni colorantes. Todo lo real, todo lo auténtico, todo lo vivo, en un escenario. Lo demás no importa, son lastres, solo cuenta lo que llega y lo que te levanta del suelo, solo vale todo lo que tiene sentido.

Un concierto siempre es especial, un buen concierto más y un concierto impresionante es imprescindible…