DIAMANDA GALAS: Guilty Guilty Guilty (Mute 2008)

Da igual que Diamanda Galás reúna en esta especie de canto a la culpa versiones de canciones ajenas. Da lo mismo que muchas de ellas estén interpretadas en directo. Poco importa si te gustan o no las versiones originales (de lo más variado). Ninguna importancia tiene que hayas oído anteriormente otras recreaciones de otros artistas variopintos (de J. Cash a E. Piaf, de N. Cave a M. Jagger, de Sinatra a Brel habían trabajado ya antes algunos temas). Porque cuando la diva grecoamericana coge el micro, tanto da que toque también el piano o lo haga otro por ella, algo sucede. Algo nuevo, algo distinto, algo especial. Será porque se abre en canal en cada tema. Será porque es imposible (o casi) reconocer cuánto queda de la interpretación primigenia de las canciones de tan personales como parecen. Será porque, como leí en algún sitio, Diamanda oscurece la noche. Será por lo que sea, pero aunque este Guilty Guilty Guilty no sea el mejor disco de la Galás es imprescindible de principio a fin, es un continuo “pelos como escarpias”, es un permanente canto al otro lado. La voz de la tiparraca esta tiene una calidad tan insultante, transmite tanto en cada palabra, en cada letra que nada de lo demás tiene demasiada importancia. Se recomienda desde aquí escucharlo a oscuras, gana aún más.