DARKMAD FESTIVAL, 25/26 DE OCTUBRE DE 2019, SALA GROOVE, PINTO, MADRID

¿Un festival oscuro, en Madrid, de dos días? ¿Treinta actuaciones, más o menos, en dos escenarios y con un montón de bandas de primerísima fila, cabezas de cartel habituales de los mejores festivales europeos? Ni de coña, eso no podía salir adelante. Y en Pinto, en Pinto nada menos. A 35 euros el bono de dos días. Nada, imposible, seguro que es fake. PUES NO LO ERA, NO.

Viernes 25 y sábado 26, de octubre, en la Sala Groove de Pinto. DarkMAD en marcha. Todo el oscureo patrio (y de fuera, entradas vendidas en 16 países) convocado a la cita más importante de los últimos tiempos. Prácticamente sold out, además. Lo nunca visto antes, en cuanto a público seguro; en cuanto a festivales, ha habido más, claro está, aunque bastante más pequeños, eso también es cierto. Pero bueno, centrémonos en lo importante. Y lo importante era lo que estaba por venir.

 

La sala escogida, una discoteca bastante grande, en mitad de una de esas fincas que suelen utilizarse para todo tipo de eventos. El mejor marco posible, a mi juicio, para lo que iba a tener lugar. La enorme discoteca citada como escenario “principal” (DARK Stage), una carpa instalada para hacer de escenario “pequeño” (MAD Stage), un recinto bastante grande y cómodo dónde tomar algo entre conciertos o comprar discos o merchandising o socializar o lo que se te ocurriera en cada momento, baños permanentemente limpios (inédito esto), cervezas o copas sin esperar colas, máxima amabilidad y compromiso de todos los organizadores y trabajadores del evento… Todo preparado para que todo saliera perfecto. Hubo algunos fallos (sobre todo logísticos, normales con las dimensiones de lo organizado) que esperemos se solucionen cara a las próximas ediciones pero en conjunto creo sinceramente que no se pueden poner muchas pegas, quedémonos con lo positivo, especialmente porque superó con creces a lo negativo.

Vamos con las actuaciones. El “problema” del doble escenario es que es imposible atender bien a ambos a la vez y el problema de que actúen tantos grupos, es que más de doce horas de concierto son muchas horas. Nada que no solucione un cuerpo juvenil y lozano y/o el preciado don de la ubicuidad. Como por desgracia carezco de ambos, voy a comentar sólo lo que fui capaz de disfrutar en los dos días del festival:

 

VIERNES 25, MAD STAGE:

– Crvor Martyrivm, el proyecto postindustrial de XIII (acompañado en directo por Willy Christoulas de Somos la Herencia en las percusiones). Fenomenales las atmósferas, tremenda la actuación, para mi lastrada por la casi ausencia de público. Era el primer concierto de la tarde y además los problemas y retrasos en el acceso a la sala impidieron que el nutrido grupo de personas que hacían cola fuera pudieran entrar a tiempo. Una lástima, pues me consta que muchos de ellos tenían gran interés en esta primera actuación del festival.

– ECM: No pude verlos.

World To Zero tuvieron más suerte en cuanto a público y pudieron hacer bailar a la gente con su techno oscurete e industrial. Los de Barcelona firmaron una actuación más que correcta y doy fe de que fue convenientemente disfrutada.

– Laureate Sky dieron todo lo que tenían para hacer llegar su propuesta de future pop y EBM bailable al numeroso público que se agolpó en el MAD Stage para verlos. El dúo madrileño tiene una larga trayectoria por detrás (tanto como LS como en proyectos anteriores) y demostraron que a poco que les sonría algo la suerte, también por delante.

– Larva llenaron hasta los topes el escenario “pequeño”. Electropunk chillado desde la ciudad condal, con una puesta en escena espectacular y una comunión tremenda con los pequeños insectos que observaban, saltaban, bailaban, gritaban y, en fin, recibían la potente descarga desde el escenario. Se quedó pequeño el recinto y el propio escenario (que se lo digan a los de las primeras filas en ese Save Me From Myself escupido entre ellos) y se quedan pequeños los adjetivos para una de las mejores actuaciones del viernes.

-JLA Form: No pude verlos.

 

VIERNES 25, DARK STAGE

– Flash Zero: Como con ECM y con JLA Form, imposible por aquello que comentaba de la ubicuidad…

– Leaether Strip o Claus Larsen. El danés se pertrechó detrás de su teclado y empezó a lanzar trallazos de dark electro al numeroso público que medio llenaba la sala grande. Debo reconocer que me cuesta entrar en un concierto cuando va casi todo pregrabado y todo el peso cae en la capacidad interpretativa y de “transmisión” de un frontman. Aun asi, el bueno de Larsen casi casi lo consigue a base de bailes, voces y correspondencia con lo que le llegaba desde abajo. Se terminó de ganar al respetable con el fenomenal cabreo que se pilló al intentar la organización que no hiciera un bis y redujera un poco su tiempo de actuación (ya se empezaba a acumular retraso). Pudo hacerlo, a Dios gracias, y la sangre no llegó al río.

– The Cassandra Complex. Para mí, los triunfadores del viernes en el escenario grande. La elegante darkwave de los de Rodney Orpheus, bien interpretada y ejecutada por todo el cuarteto británico fue uno de los puntos álgidos del día. Temas como por ejemplo Second Shot o Moscow Idaho dieron buena cuenta de hasta dónde son capaces de llegar. Como digo, para mí la gran actuación del día. Y una grata sorpresa que una pila de años después continúen en tan buena forma.

– Signal Aout 42 (SA 42) o la EBM bien entendida. Una de las bandas más esperadas de la noche se marcaron una actuación soberbia. No siendo la Electronic Body Music mi estilo de música favorito, reconozco (o eso creo) un buen concierto cuando lo veo y escucho. Y creo que SA 42 lo hicieron. Welcome to Reality, una de sus canciones más celebradas. Pero también Dead is Calling o Pro Patria. Baile y sudor en un recital más que destacable.

– Covenant sufrieron muchísimos problemas de sonido, especialmente con la voz de Simonsson, lo que deslució por completo su actuación. El, para mí, exceso de niebla, tampoco ayudó en nada. Una pena, porque canciones como Stalker o All That Is Solid Melts Into Air merecían mejor suerte. En su haber, cabe decir que lo intentaron en todo momento y que procuraron, pese a los problemas antedichos, contentar al público que se fue bastante enfadado. Una lástima, ya digo.

– Lords Of Acid tuvieron mejor fortuna en cuanto al sonido y se marcaron un bolo tan bizarro y tan lleno de energía y componente sexual como se esperaba. En mi opinión, demasiado componente sexual, empezaron muy muy arriba y al final, lo poco gusta y lo mucho cansa. Aun así fue una buena actuación y a mi alrededor la gente estaba encantada (especialmente la moza y el mozo que fueron aupados al escenario a refregonarse abundantemente con Marieke Bresseleers). I Sit On Acid y Rubber Doll fueron dos de sus temas más coreados.

Lamentablemente, mi cuerpo no daba para más, así que me perdí a A Split Second y a The Horrorist. Aparte del Dj Set de Ancient Methods. Quedaban unas pocas horas de sueño antes de volver a Pinto el sábado…

 

SÁBADO 26, MAD STAGE:

– Latitud Estéreo: Buen post punk ochentero el de estos granaínos, a los que no conocía y que fueron otra de las gratas sorpresas que me deparó el fin de semana. Actitud, pericia instrumental y unas sólidas composiciones de marcadas influencias pero rutilante originalidad. Están a punto de publicar en formato físico su primera demo (algunos temas andan por youtube), habrá que estar atentos. Uno de esos conciertos que se hacen cortos.

– We Are Not Brothers, a estos sí los conocía, pero no en directo. Y debo decir que me fliparon. Electrónica apoyada en guitarra y bajo; electrónica tocada en directo, que sí, que es posible. Quien dice tocada, dice mezclada, interpretada o como gustes. Vamos, que no es darle al botón y palante. Cosa que es de agradecer. Temas como el fundamental Europe is Dead o La Conocí en un Concierto del Esplendor Geométrico, fueron dos de las piezas que aún resuenan en mi cerebro.

– The Complexity me parecieron interesantes. EBM bastante purista, con gusto por el espectáculo y la teatralidad. Imagino que en un escenario más grande y con un set más largo, esto último se acentuará todavía más. Luces rojas y azules, una constante en el Mad Stage, terribles para las fotos pero que es justo decir que en algunos casos crean una atmósfera especial.

– Alien Vampires, ver lo del don de estar en varios sitios a la vez.

 

SÁBADO 26, DARK STAGE

– She Pleasures Herself. El combo portugués tuvo muchísimos problemas técnicos que primero retrasaron mucho rato su actuación (y eso que abrían el escenario grande, tras el accidente de Dr. Diablo and the Rodent Show) y segundo no les dejaba escucharse sobre las tablas. Aun así, dieron, creo, un estupendo concierto. Llenos de teatralidad también, potentes, chulescos (para bien)… me gustaron más que la otra vez que tuve ocasión de verlos. XXX es un disco más complejo que Fetish en su sonido y creo que se notó en las interpretaciones. Ich Been Dead, pese a los problemas de sonido, Fake, Visions o la dupla Dance with Her/I Can’t Live in a Living Room (esta última, cover de Red Zebra) fueron a mi entender los temas más destacables. Gran bolo, sin duda, con acceso de “ultraviolencia contenida” final por parte del Nuno batería. Lo dicho antes, teatralidad bien entendida.

– Love Is Colder Than Death me decepcionaron un poco. Eran a priori una de las propuestas marcadas en rojo de la noche y me parecieron bastante fríos. El formato dúo actual y el que estos alemanes tampoco son precisamente la alegría de la huerta hizo que me resultaran un pelín sosos. Aun así, hubo temas como la versión de White Walls (The KVB) que me parecieron elegantemente bonitos. En resumen, no fue un mal concierto, pero tampoco seguramente su mejor bolo.

– Fields Of The Nephilim también padecieron problemas de sonido y exceso de niebla. Lo primero, se fue solucionando a lo largo de la actuación, parón incluido. Lo segundo… no. Siempre actúan entre la bruma, pero es que al bueno de Gav King le costaba hasta ver el setlist o la pedalada. Y eso que se debe de saber ambos de memoria. FOTN eran sin duda (y en su cabeza más) las estrellas del festival. Lo demostraron de tres modos: llenando hasta el reventón la enorme sala, adelantando su actuación (no de horario, de orden, para tocar más o menos a la hora prevista relegando a Kirlian Camera al penúltimo lugar en la parrilla, lo que ocasionó más de un conflicto logístico a los que pretendían ver a los italianos y tenían cerrado el transporte de vuelta) y entrando y saliendo del escenario por el lateral, escoltados en todo momento por un gran despliegue de seguridad y cubriendo su entrada y salida con el telón, desconozco la razón de esto último.

En cuanto a la actuación, setlist prácticamente calcado al habitual y “todo en su sitio”, sin alardes de ningún tipo, ni para bien ni para mal. Como es uno de mis grupos preferidos de toda la vida, pues me encantó el concierto que dieron, siempre mola escuchar en directo los temas que te han hecho crecer y te han acompañado los últimos 30 años. Mención especial para el bis, Last Exit For the Lost, que como siempre, me estremeció de arriba abajo. Ya digo, en general, correctos sin más.

– She Past Away eran los siguientes tras el “aplazamiento” de Kirlian Camera. Buen conciertos de nuestro grupo turco favorito. Sonido grabado, hierática (con alguna excepción) interpretación… El público enloquecido por razones que no acierto a entender aunque visto el éxito debe de ser cosa mía. Está claro que era uno de los platos fuertes para mucha gente y aunque a mí no me terminan de entusiasmar, ajustaron lo ofrecido a lo que suelen ofrecer, por lo que no me queda más remedio que calificar su actuación de correcta.

– Apoptygma Berzerk terminaron de enloquecer a la gente que seguía llenando hasta los topes la discoteca. La verdad es que los recordaba más “duros” de la época en la que sonaban cada sábado en el Dark Hole (ese “apotihma” que se gritaba desde la cabina al pincharlos), pero también es verdad que el “Yazoo” de la espalda de la chupa de Mr. Groth me podía haber dado una pista. Buen synthpop o futurepop o pop electrónico o como diablos llamen a lo que hacen ahora es lo que ofrecían y lo que el respetable esperaba. No se reservaron nada, ni los hits para el final (Non-Stop Violence o Love Never Dies sonaron en la primera mitad de la actuación), ni el físico (resultaba difícil seguir las evoluciones del muchacho –APOP llevan en activo 30 años solo- de la cazadora yazooniana, que no paró de saltar, bailar, extender los brazos, etc ni un momentito), ni nada de nada. Despliegue que es de agradecer, buen sonido, público entregado… ¿Qué más se puede pedir? Poco más la verdad.

– Kirlian Camera por fin. Con bastante menos público que los anteriores (la tardía hora, muy bien entrada ya la madrugada tuvo seguramente mucho que ver), la banda italiana salió al escenario encapuchada y con aires marciales, que desaparecieron junto con las capuchas. El resto fue una actuación (de nuevo) correcta y sin alardes. El veterano combo se apoya (además de, por supuesto, las melodías de teclado) en la capacidad vocal de Elena Alice Fossi y eso quedó fuera de toda duda desde el primer momento. Otra cosa es que me llegara “dentro” la indudable calidad de esa voz. Casi creo que canta demasiado bien para lo que se espera de un grupo de este estilo. No sé si me explico, me llegan más cantantes más “terrenales”. De nuevo, defecto mío.

– Microchip League 2.0/Robotiko Rejekto fue el último “directo” de la velada y por ende, del festival. EBM enfocadísima al baile, techno salvaje y un aire bakalaero que me cogió demasiado tarde y demasiado mayor. Dos características que me impidieron concentrarme demasiado en lo que acontecía en el escenario. No puedo opinar, por tanto, con la suficiente subobjetividad de la actuación del veterano dúo. Me pareció interesante la intención de Ava Nima de añadir performance al chunda chunda y la gente (entiendo que o más joven o más descansados o una mezcla de ambas) lo disfrutó visiblimente.

 

El cuerpo no daba ya más de sí y me perdí los DJ Sets finales. Otra vez será.

 

Globalmente, ya decía al principio que las virtudes y los aciertos de esta PRIMERA (no se os olvide los ubicuos –estos sí- haters) edición de DarkMAD superaron con creces los fallos, que también los hubo. Así que no me queda más que agradecer a los organizadores el inmenso trabajo que acometieron y su valentía al traer a Madrid una propuesta que sinceramente jamás pensé que verían mis ojos por estas tierras. Larga vida a ellos y larga vida al DarkMAD, nos veremos el año que viene.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.