COLD IN BERLIN: And Yet (Candlelight Records 2012)

7801888630_6a952520da_zHace tiempo que la escena inglesa se empeña en la autocomplacencia más absoluta, en la creencia infame de que el haber acogido en su seno tantas y tantas obras maestras les permite, veinte o treinta años después, vivir de las rentas. Hace tiempo que pienso que el mero autocalificativo de “The Real Goth” que tanto abunda más allá del Canal de la Mancha los retrata y define: es poco menos que imposible crear nada realmente bueno mirándose sólo (y tanto) el ombligo. Hace tiempo que (salvo honrosísimas excepciones) de las británicas islas no llega nada demasiado interesante. Hace tiempo que no me llevo a las orejas discos como el que nos ocupa ahora, este And Yet de los estupendos Cold In Berlin. Ya en su momento, su álbum debut Give Me Walls nos impresionó vivamente por lo que, al recibir éste, las expectativas eran máximas. Y han sido plenamente satisfechas. De hecho, lo han sido mucho más allá de lo esperado. Me explico.

Hay varias consideraciones, poderosos motivos por las que los de Londres han dado con la tecla correcta. La increíble voz de Maya es una buena razón. Fuerte, poderosa, decidida, sin alardes (no los necesita) pero sin fallas. La aridez de las guitarras (parecía perdida para la causa, pero no, todavía quedan de estas), la contundencia rítmica y los puñetazos del bajo también. Completa el cuadro una intención y una energía ciertamente punk que entronca al combo con lo mejor del pasado. Pero quedarse en eso solo sería una tontería. Quedarse en la superficie, perderse todo lo que las once canciones esconden en su interior, como de alguna manera la misma portada sugiere, es una bobada. Así que, vayamos al hueso pues. Y es que And Yet no da respiro, cada canción es mejor que la anterior, cada tema es una bocanada fresca ya que, a pesar de las innegables influencias, todo suena verdaderamente original. Y cargado de mala leche, por cierto. Algo fundamental en este estilo, desterrando del todo las “canciones bonitas”, los colores brillantes. No está mal, se puede hacer bonito, se puede buscar la belleza (esta página que lees está repleta de ejemplos), pero esas investigaciones quedan para otros. Esto es en blanco y negro, oscuro y enfadado. Así ha sido siempre y así ha de seguir siendo. Cuestión de estilo. Claro que de este modo se alcanza la hermosura también. No es incompatible, simplemente es una beldad mucho más enferma, morbosa y de esa manera, atractiva. No me extiendo más, hacía realmente mucho tiempo (pero mucho) que no daba con un proyecto tan prometedor y al mismo tiempo, tan “de presente”. And Yet es un imprescindible de esos que solo aparecen muy de vez en cuando, una de esas joyas que uno ya, escéptico, había casi perdido la esperanza de recuperar. Tal vez sea la voz, tal vez la música, tal vez la energía citada… ni idea. Pero vamos, es lo de menos. Escúchalo atentamente, encontrarás tus propias razones. No me extiendo más, marcho a oírlo de nuevo.