HUMAN: Human (Icy Cold Records 2018)

Human es el nuevo proyecto de Franck Ligabue, otrora batería de los maravillosos Soror Dolorosa. En estudio es un proyecto unipersonal, ya que Franck se ocupa de componer e interpretar todos los instrumentos de todos los temas del disco aunque en directo (lógicamente) se rodea de otros cuatro compañeros bien conocidos en la escena francesa: David Garcia, Sylvain Martinie, Axel Moreau y Paul Bloyer. Tras una demo bastante profusamente promocionada, ha publicado recientemente su primer álbum, homónimo, bajo las alas del sello Icy Cold Records y… vamos a hablar de él.

 

Con las credenciales apuntadas, parecería lógico suponer que el sonido de Human se acercara al de los antedichos Soror Dolorosa, pero la verdad es que salvo en contadísimas ocasiones (por ejemplo en el ritmo de Feeding the Ocean) no es así. Es más, casi estoy por asegurar que el alejamiento es voluntario además de buscado. Evidentemente hay puntos en común en referencias y en influencias, no podía ser de otro modo o mucho tendría que haber cambiado/evolucionado/mutado el bueno de Monsieur Ligabue en este tiempo, pero las características atmósferas y la melancolía sororiana cuesta encontrarla en este CD, francamente. No me enrollo más que me está quedando larguito el preámbulo y vamos al turrón (jajejijoju, que postnavideño me ha quedado).

Foto por Nicolas Baudry

Las nueve canciones que forman este disco se mueven en unos parámetros estilísticos similares. Tempos rockeros (solo This Part Of Me y en menor medida Cage the Monster bajan un poco las revoluciones), instrumentación bastante barroca, oscuridad bien entendida pero nunca excesiva, teclados jugando con las líneas de las guitarras y los bajos y compartiendo protagonismo melódico con ellos, ritmos cuidados y cambiantes… Human recuerdan en ocasiones a unos Joy/Disaster más oscuros (Hypnophobia), más con pie y medio en referencias clásicas del siniestreo: esos bajos (Last Exit Before the Crash) con reminiscencias sistercienses (Floodland era), esos redobles arquetípicos (Quai des Etroits, Breaking Up the Shackles), esas guitarras punzantes generalizadas. Lo bueno es que pese a esas referencias mantienen una originalidad más que destacable en estos días de copias y más copias y más copias. Cierto es que en ocasiones se echa de menos algo de negrura en algunas melodías (Window Pain, por ejemplo), pero queda a mi modo de ver subsanada por la expresividad de voces y composiciones, por la fuerza que supura cada surco el disco.

Los nueve temas derrochan esa fuerza tan del gusto del aquí escribiente, tan de una buena parte de la escena oscura gala de hoy y de siempre. La producción, ajustada pero solvente, ayuda a crear un conjunto de piezas que se ensamblan perfectamente entre ellas, manteniendo una línea argumental cohesionada pero diversa, original al mismo tiempo que clasicona. No hay en Human (el disco) grandes alharacas de ningún tipo, no hay –aparentemente- un esfuerzo por epatar. Sí que se aprecia, sin embargo, la rotunda calidad compositiva e interpretativa de Franck Ligabue, que, lejos de repetirse, consigue en cada corte llegar al oyente, tanto al neófito como al avezado en artes oscuras y rockeras. Human promete un abanico de sensaciones que estamos seguros refrendará en directo y en próximos trabajos. A veces, escuchando atentamente cortes como Feeding the Ocean (por poner un único ejemplo) se te olvida que estamos solo (sólo) ante un primer disco. Un debut que es sin duda de los mejores de 2018.